La uña negra o hematoma subungueal es una hemorragia que se produce bajo la uña. La sangre se acumula entre la uña y el dedo y aparece como una mancha que adquiere tonos oscuros. Hoy lo explicamos todo sobre ella.

¿Cuál es su causa?

Es un hematoma que aparece con frecuencia debido al roce continuado en la uña. Este roce produce microtraumatismos que terminan por romper los vasos sanguíneos. Puede ocurrir también por la práctica de ciertos deportes en los que tiene lugar una fricción de la punta de los dedos con la puntera del zapato, como el running o el fútbol.

Por otro lado, el uso de calzado inadecuado, que quede demasiado pequeño o suelto puede ser el motivo de la lesión. Sin embargo, también puede aparecer al recibir un fuerte impacto, por ejemplo, la caída de algún objeto contundente sobre la uña, o un pisotón.

Otras causas menos frecuentes incluyen la exóstosis en la falange distal del dedo gordo del pie. La exóstosis es un crecimiento y deformación de la falange que produce la uña negra como síntoma asociado. Su aparición también puede deberse a una vasculitis, al tétanos o a una deficiencia de vitamina C.

¿Cuál es su tratamiento?

Al igual que los hematomas en otras partes del cuerpo, el organismo reabsorbe el derrame de sangre y la herida se cura por sí sola a lo largo del tiempo. Si la lesión es grave puede requerir atención médica. En este caso, el profesional médico realizará un orificio a través de la uña para drenar la sangre. De esta forma se pueden evitar complicaciones como el desprendimiento de la uña o infecciones. En cualquier caso, se debe conocer y tratar la causa para evitar su reaparición.

¿Cómo podemos prevenir el hematoma subungueal?

Como hemos mencionado, la mejor forma de prevenir la uña negra es evitar los microtraumatismos que la provocan. El uso de un calzado adecuado es la mejor forma de evitarla. El podólogo será quien nos pueda guiar en cuanto a las medidas exactas que requerirá el calzado y cuál será el que mejor se adapte a nuestra pisada. Es importante que el zapato quede ajustado al pie y que haya un espacio entre el dedo gordo (o el más largo), y la puntera de al menos 1cm. Se evitarán zapatos que queden muy pequeños o demasiado grandes y aquellos con la zona frontal demasiado estrecha.

Por otro lado, dependiendo de nuestro trabajo, es fundamental usar el calzado de seguridad que se nos proporcione si hay riesgo de que caigan materiales o herramientas pesadas sobre nuestros pies. Este tipo de calzado suele estar reforzado con una puntera de hierro u otro metal.

En definitiva, la uña negra no se trata de una lesión peligrosa y en la gran mayoría de los casos se cura por sí sola. No obstante, deberemos estar atentos a ella por si fuera necesaria intervención médica.

Desde Calzados Pradillo ponemos a su disposición nuestra Clínica Podológica, sita en la calle Goya, nº 117 de MADRID, donde, previa petición al teléfono 91.401.45.97, le podrán hacer un estudio exhaustivo y aconsejarle aquel calzado que mejor le convenga en cada caso.