Cada vez más gente se suma al camino de Santiago a pie, caminantes que buscan aventuras y experiencias nuevas, que buscan encontrarse a sí mismos o que sienten un gran motivo religioso en su interior. Hablamos del Camino de Santiago que cerró el año 2016 con 278.041 peregrinos. Las rutas jacobeas la llevan a cabo miles de personas de distintas nacionalidades cada año, pero, muchos de ellos, realizan esta travesía sin la preparación suficiente, ya sea física o religiosa. 

Preparándonos para hacer el camino de Santiago a pie

Necesitas comprobar con unos meses de antelación tu estado físico. Si eres una persona sedentaria, que coge el coche para ir al trabajo, es importante que empieces a salir a andar como un primer ejercicio de preparación. Intenta andar cada día 20 minutos y, cuando veas que lo consigues, amplía el tiempo poco a poco. Una vez hayas terminado el primer mes de preparación, continúa los siguientes meses con cuestas, obstáculos y cambios de ritmo de velocidad. Intenta subir y bajar escaleras en vez de utilizar el ascensor o disminuye el uso del automóvil. A partir del tercer mes, procura realizarlo con peso y carga, ya sea la mochila con una carga semejante a la que llevarías en el viaje.

Por otro lado, no hay que olvidar que nuestros pies nos van a sustentar donde el resto de nuestros días y, sobre todo, durante este largo camino. Tus pies merecen un buen calzado cómodo para poder evitar cualquier tipo de lesión y resentimiento. Aquí te contamos algunos consejos sobre el tipo de zapato de debes llevar en el Camino de Santiago:

- Los más indicados son el botín que van al tobillo, tanto para mujer como para hombre.Deberá ser un botín con sujeción, puede ser con cordones o velcro ajustable al empeine.

- En Calzados Pradillo siempre recomendamos que la piel de la bota y del forro sea auténtica (no de plástico) y si es posible que la bota tenga GORE-TEX, que es un aislante de la humedad, del frío y del calor.

- Es importante que el calzado que uses en el camino de Santiago, la suela del zapato sea de goma, caucho o poliuretano, pero SIEMPRE ANTIDESLIZANTE. Y por supuesto con ANTI-IMPACTOS.

- No usar deportivos para caminar. Las zapatillas deportivas se deben llevar sólo a la hora del descanso.

- Por último, y no menos importante, no se debe estrenar NUNCA el calzado en el Camino de Santiago. Hay que haberlo usado con anterioridad.

En verano, puedes llevar sandalias cómodas especializadas en el trayecto, al menos para algunos trozos del camino.

Sobre la dieta, será importante añadir carbohidratos complejos para poder evitar hipoglucemias junto a un aporte de proteínas magras. Así, combinar patatas o arroz integral con pechuga de pollo o pescado blanco puede ser la combinación ideal para soportar esta travesía de alta resistencia. La hidratación es fundamental con un mínimo de 2 litros en forma de agua.

Entre etapa y etapa del Camino de Santiago a pie, el descanso también será muy importante. No pueden forzarse demasiado los músculos y dar lugar a lesiones que impidan continuar. El estiramiento de gemelos es importante, puedes colocarte apoyando los antebrazos en un árbol u otro lugar y flexionar una pierna situando un pie en el suelo. El estiramiento antes y después del ejercicio es muy importante ya que ayudará a “acostumbrar” a nuestros músculos, ligamentos y tendones a la nueva rutina que estamos estableciendo. Estirar las piernas, la espalda, las cervicales y, sobre todo, los hombros serán fundamentales. Para el estiramiento de rodillas, sujeta la parte posterior del pie con una mano al tiempo que tiras ligeramente de él hacia las nalgas.