Las durezas o callosidades son áreas de piel engrosada en la planta del pie o en el dorso de los dedos debido a una fricción o presión. Esta reacción puede aparecer en cualquier zona cutánea de nuestro pie por el roce con el hueso, con el calzado o con el suelo.
Debemos saber que cuando andamos, permanecemos de pie o corremos, nuestros pies soportan todo el peso de nuestro cuerpo en el talón y la zona plantar del antepie. En estas dos áreas del pie la piel suele ser más dura como resultado de una elevada concentración de presión. Cuando esta presión o fuerza es muy intensa suelen aparecer durezas o callosidades.
La mayor parte de las durezas son síntomas de una deformidad ósea, de andar de una manera incorrecta, o por el uso de un calzado inadecuado. Aunque no hay que olvidar que hay algunas personas que tienen tendencia natural a desarrollar durezas a su tipo de piel. Por ejemplo, las personas mayores tienen menos tejido graso y esto deriva en la formación de callosidades y durezas en los pies.